Centenario de Neruda

Metáfora: Figura retórica consistente en establecer una identidad entre dos términos y emplear uno con el significado de otro.
En 1904, nació en Parral, Chile, un hacedor de metáforas, un ilusionista de la palabra y, por tanto, de la vida, si se tiene en cuenta que la vida sólo es cuando la nombramos. Y en aquella oscura provincia, de un país separado por la tajante geografía, el poeta-niño abrirá sus ojos asombrados ante una naturaleza salvaje, primitiva, desbordante y misteriosa, en cuyo interior se guarda el verdadero nombre que no les está permitido pronunciar a los hombres. El poeta-niño lo sabe y en sus paseos silenciosos realiza un pacto de tierra y sangre, de agua volcánica y aliento gigantesco para revelarle al mundo todo el misterio.
Y el poeta se hizo metáfora y acampó entre nosotros.
Tres son las grandes metáforas que alumbraron la obra y la vida de Pablo Neruda. Tres metáforas-comadronas que asistieron al parto de su mesiánico mensaje de amor y conciencia humanos, donde se esconde el enigma de lo absoluto y las realidades cotidianas. Tres metáforas distintas en una única verdad verdadera.
La primera de estas tres metáforas aparece en 1924 alentada por la incomprensión paterna, cuando el poeta comprende que para llevar a cabo tan vasta empresa era necesario despojarse de su identidad y encarnarse en aquella otra que le permitiese caminar por el mundo sin tropiezos. Fue entonces cuando Ricardo Neptalí Reyes Basoalto se convirtió en Pablo Neruda, el poeta del amor, del dolor existencial, de la naturaleza y de la conciencia histórica.
Pero para que el poeta pudiese hablarle al mundo con voz propia, convirtiéndose en un poeta de utilidad pública, era necesario un doloroso aprendizaje, un viaje iniciático que se materializaría en 1927, cuando fue nombrado cónsul ad honores en Rangún (Birmania). Allí, a fuerza de no dominar el idioma, desarrolló el sentido de la observación de la realidad y de sí mismo, hasta rozar el vértigo de la existencia. La poesía y prosa inmediatamente anterior(1) preconizaba esa bajada a los infiernos que más tarde se concretaría en el pesimismo sombrío de Residencia en la tierra(1925-1931) y Residencia en la tierra(1925-1935), bajo la influencia de las vanguardias europeas y, sobre todo, del surrealismo.
El aprendizaje finalizará en la toma de contacto del poeta con la guerra civil española (1936-1939). El análisis del malestar personal, provocado por su relación tormentosa con la birmana Josie Bliss, su matrimonio con María Antonieta Hagenaar Vogelzanz y el nacimiento y precaria salud de su única hija, que moriría años después, facilita al poeta la conexión con el dolor colectivo que vive España. El poeta está ya preparado para cumplir con el pacto que hace años firmara en su juventud chilena: ser la conciencia de los hombres y repartirla entre ellos. Nace así España en el corazón. Himno a las glorias del pueblo en la guerra, 1937.
Su labor de cónsul, o embajador, de Chile facilitará enormemente esta labor solidaria y comprometida que hará realidad el mandamiento del poeta: Me conoceréis por lo que he escrito. Pero como ningún profeta es bien recibido en su tierra, Pablo Neruda realizó el más difícil todavía metaforizó su recién reconocida metáfora por orden judicial de 1946.
La que podemos denominar segunda metáfora del poeta se inicia tras la publicación de su artículo Carta íntima para millones de hombres (Caracas, noviembre,1947) y se concreta con la lectura de un discurso pronunciado en el Senado de Chile bajo el título Yo acuso (febrero,1948), donde se critica duramente la política reaccionaria del presidente de la República.
Pablo Neruda pasa a ser Antonio Ruiz, un exiliado que recorre el interior de su patria camino de Argentina, eliminando los obstáculos de poderosos árboles, imposibles ríos, roqueríos inmensos, desoladas nieves que le facilitará la comunión con la Historia de su país, con el indiecito que tanto defendiera aquella maestra que tuvo en el Liceo de Temuco, llamada Gabriela Mistral. De esta experiencia, nacerá Canto General y el gran poema Alturas de Macchu Picchu :
Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado. [ ]
Dame el silencio, el agua, la esperanza.
Dame la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.
El exilio durará hasta 1952. Durante ese tiempo, el poeta viajará por Europa, Asia y América, participará recitales y conferencias y recibe el reconocimiento a su labor poética, como en el Premio Internacional de la Paz, compartido con Pablo Picasso.
Durante su residencia en Capri, se edita de forma privada y anónima su obra Los versos del Capitán (Nápoles, 1952), que nos ofrecerá la tercera y última metáfora de un Pablo Neruda invisible que se oculta tras las palabras para cantarle a un amor complementario y definitivo: Matilde Urrutia.
Lejos queda el amor adolescente de Albertina Azocar, con su boina gris, en los Veinte poemas de amor y una canción desesperada(1924), o aquel otro amor tormentoso con la birmana Josie Bliss, o el amor maduro de Delia del Carril, la hormiguita, que siempre miraba con los ojos boquiabiertos, como diría Federico García Lorca.
Legalizada su relación con Matilde(1955), el poeta vuelve a sus orígenes e inicia una producción que le llevará a cantar las cosas más cotidianas: Odas elementales, Nuevas odas elementales, Tercer libro de las odas, Estravagario; así como al amor de Matilde, Cien sonetos de Amor, a la vida, Cantos ceremoniales, a la defensa del hombre y la justicia, Fulgor y muerte de Joaquín Murieta.
En 1964 aparecen los cinco tomos de Memorial de Isla Negra, una prosa biográfica que se completará con los libros póstumos Confieso que he vivido y Para nacer he nacido.
En 1971 le es concedido el Premio Nobel de Literatura. El poeta ha cumplido su pacto, se ha mezclado entre los hombres y ha conseguido mostrarles el camino que lleva hacia la conciencia, la libertad, el amor. Un camino que los poderosos trataron de destruir con la violencia de un Golpe de Estado en la figura del presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Doce Días después, Pablo Neruda moría en la clínica Santa María, anticipándose al deseo de aquellos que pretendieron borrar su nombre de la memoria colectiva. Sin embargo, el poeta ya estaba presente en todos los nombres y todos los nombres eran ya Pablo Neruda.
EL PERGAMINO
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(Nota 1)El hondero entusiasta, de 1923 y publicado en 1933;así como las obras de 1926:Tentativa del hombre infinito,El habitante y su esperanza; Anillos.Prosa de Pablo Neruda y Tomás Lago.
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